viernes, 2 de abril de 2010

Velero en los peces

Los mensajes publicados en un prisma,
una geometría sobre metamorfosis
de dimensiones inherentes al frío
o a la rabia. Tomar el pulso a la luna
y a través de una herida diagonal
sentir como laten las estrellas
y así entender la muerte y los ganglios.
Eso es viajar en el ritmo, aterirse
con la infancia diminuta de una hormiga,
no buscar semántica alguna en los peces
que danzan al unísono, solo temblar
al son de la coherencia que ha llegado
a quemar incertidumbre fugazmente.

4 comentarios:

  1. Así me va a mí, que tiemblo al son de la incoherencia y me hielo en una repisa olvidada de la primavera.

    Los veleros de Ana saben de las cosas, las nombran y me descorren las cortinas que me impiden la visión esencial. Con su acierto y su belleza, el camino es más diáfano y amable.

    ResponderEliminar
  2. Tan bonito. Yo tampoco le busco la semántica, ni a los peces ni a nada. Es la mejor forma de comprenderlo todo, no tratar de entenderlo a cualquier precio. Me gusta mucho tu poesía.

    ResponderEliminar
  3. Hola Isabel.
    La primavera no te olvida
    solo te recuerda a ciclos
    cuando despierta del frío
    y te encuentra orbitando
    afanada en lo que escribes
    como abeja en los almendros.

    Por eso la primavera
    sabe que ha llegado.

    ResponderEliminar
  4. Hola Ramón.
    Como bien dices
    no se debe comprender
    a cualquier precio.
    No aceptar la intransigencia,
    ni los dogmas.
    Solo para cerrar
    el camino a la duda.
    Son las preguntas las que abren
    las puertas al conocimiento.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...