viernes, 28 de enero de 2011

Velero de los avellanos


Soy ahora
antepasado de lo que dijiste.
La pluma blanca de un almendro
al conocer la sangre.
Taxidermia en la grupa de las ventiscas.
Abocado a conocer el dolor
de tu herida en lo cotidiano.

Yo que me dejé la piel
en tu boca,
la que ahora levanta
el aliento de los avellanos.

5 comentarios:

  1. Bellísimo. Una sola palabra, pero que encierra la sacudida que me ha producido.
    Un abrazo y no veas cómo me alegro de ver atracar otro hermoso velero.

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  2. Estoy de acuerdo con Isabel, es bellísimo este poema tuyo, tan de dentro.
    Me gusta leerte, Gaia.
    Besos

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  3. Beso tus letras sensibles, me dan calor en uno de los inviernos más fríos en mi país, México.

    Un abrazo, monique.

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