martes, 24 de mayo de 2016
Velero a día de hoy mañana de ayer.
A día de hoy mañana de ayer
aquí en la intemperie de la casa del tiempo
donde no planifica la memoria
hago balance de los días al raso
de los días
a los que exijo que no borren
que dejen las cosas como están.
Balance de una cartografía
del tiempo sellado en un poema.
Y descubro desvergonzadas
que en la inhospita primavera
han tomado el barro de mi alma
las golondrinas para su nido.
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Son las que mejor saben volver a casa año tras años, aunque el lugar de siempre esté cerrado por obras. Incluso sus descendientes vienen e intentan hacer el nido cerca.
ResponderEliminar¡Si en el buen hacer tuviéramos su persistencia!
Abrazos
@Isabel
ResponderEliminarAsí son, vuelan y cantan, y al oído del invierno anuncian la primavera.
Abrazos
¡¡Que poema tan bello!!
ResponderEliminarQue atrevimiento el suyo, tomar el barro de tu alma para su nido, estando en la intemperie de la casa del tiempo...
Creo que han encontrado un lugar seguro.
Besos.
Las golondrinas, las golondrinas... siempre inspiran algún bello poema.
ResponderEliminarUn abrazo.