Ya no soy poeta. No sé adornar.
Este sufrimiento para todos los públicos.
Este movimiento de sombras en sol mayor.
Esta mordaza.
Estos ataúdes de juguete.
Este silencio de grito ahogado
que vale mas que mil palabras.
Solo finjo poesía
para correr la misma suerte
de quienes ya han perdido.
Para ser el blanco
de todos los disparos.
Asistir al entierro
de la pluma de la paz.
Traicionar lo que amo
por ponerme de parte
de cuanto que debe ser amado.
Y aprender a llorar.
No tengo suficiente
con estas horas de lluvia.